Víctor Fernández, un campeón del mundo en ciernes que se prepara en Almería: «es un sitio muy completo»
TRAYECTORIA:
1999 1999 Consiguió quedar Campeón de Europa y del Mundo Junior IFCA y Subcampeón de Europa y del Mundo Senior IFCA.
2004 2004 Quedó 6º del Mundo de Olas PWA.
2005 2005 Quedó 5º del Mundo de Olas PWA.
2006 2006 Quedó 5º del Mundo de Olas PWA.
2007 2007 Quedó 2º del Mundo de Olas PWA.
2008 2008 Quedó 2º del Mundo de Olas PWA.
2009 2009 Quedó 6º del Mundo de Olas PWA y Campeón de España de Olas.
Ha conseguido 5 victorias en pruebas del circuito PWA (Professional Windsurfers Association), 3 de ellas consecutivas en Pozo Izquierdo (España), 1 en Guincho (Portugal), y otra en Sylt (Alemania), además de tener varios segundos puestos.
«Me falta el título mundial de la PWA. Ese es mi objetivo. He estado muy cerca dos años, pero quiero ganarlo»Durante más tres horas y tres días a la semana el gimnasio del Club Natación Almería es su casa, pero no la única, la otra 'casa' la tiene en la ensenada de San Miguel, en Almerimar, donde ensaya el salto soñado. Víctor Fernández, un ejidense de 25 años, trabaja diariamente, a las órdenes de Antonio Casimiro 'Tato' y Manolo Rodríguez, para afrontar con garantías de éxito su participación en el Campeonato del Mundo de Windsurf, en la modalidad de olas, en un deporte que comenzó a practicar cuando sólo tenía cinco años y en el que comenzó a admirar a quienes hoy son sus compañeros de 'fatigas', algunos de los cuales han 'mordido el polvo' o más bien el agua en pruebas de un circuito que ha sufrido los 'rigores' de la crisis y ha pasado de contar con seis pruebas a tener sólo la mitad.
El Mundial comenzará en junio en Canarias para proseguir en Dinamarca y finalizar en Alemania, pero para Víctor el Campeonato del Mundo comienza todos los días a las ocho de la mañana en el Club de Natación Almería que no pone impedimentos de ningún tipo para que el joven deportista almeriense vaya consiguiendo sus objetivos. Natación, pesas y carrera continua y alguna vez, como ayer, largas caminatas en La Ragua para prepararse para una actividad muy exigente y en el que es 'obligación' trabajar las extremidades superiores e inferiores y, sobre todo, no ganar peso, si hay que ganar algo son pruebas y medallas, a ser posible de oro.
Ilusiones
La temporada que se inicia a finales de junio en Gran Canaria supone el lugar en el que deben dar fruto los trabajos que ahora comienzan. «He empezado a prepararme con Antonio Casimiro. Nos entrenamos en el Club Natación Almería y estoy preparando la pretemporada. Las competiciones las vamos a tener todas en verano. Va a ser una temporada bastante corta, pero intensa y quiero prepararme para evitar lesiones e ir a tope, en el Mundial. Ahora hacemos gimnasio, pesas, mucha natación, bicicleta, carrera. Un poco de todo», comentaba.
Es una actividad que requiere un esfuerzo máximo e intenso. «No quiero coger peso. Pretendo tener mucha elasticidad y explosividad, porque en la modalidad de olas haces ejercicios de mucha explosividad. Tú haces una maniobra y las pulsaciones te suben mucho. Tienes que recuperar mucho para hacer la siguiente», indicaba.
Por la tardes, a entrenar en su mundo, el agua. «Almerimar me da muchas posibilidades porque es un sitio muy completo. Tenemos viento de las dos direcciones, poniente y levante, eso es algo que se da mucho en el circuito. En cada prueba el viento varía y tienes que ser muy completo y eso es lo bueno de Almería en general, porque puedes navegar en Genoveses con levante y con olas, en Almería y Almerimar con poniente y con olas... Es muy variado. A lo mejor en cuarenta minutos puedes estar en uno u otro sitio. Lo que me falta por mejorar es navegar con olas grandes y por eso estoy viajando mucho. Ahora voy a Chile y después a Hawaii. Estuve en Sudáfrica hace tres semanas y ahí he aprendido a mejorar mi técnica en olas grandes, surfeando y saltando y ese es mi objetivo», contaba.
Muchos viajes requieren un gasto importante. «Te gastas mucho dinero y se puede hacer gracias a los patrocinadores que tengo. En este momento voy bastante justo, porque son patrocinadores internacionales los que tengo. Antes tenía patrocinadores locales, de Almerimar y El Ejido, y la verdad es que es una pena no tener un patrocinador. Soy de Almería y llevo el nombre de Almería por todo el mundo. Además, tenemos una costa muy buena que quienes me ven navegar muestran su interés por venir a navegar aquí. Sería bueno desde el punto de vista turístico. Creo que es algo bueno», manifestaba.
Su vida en el mar
Almería es una tierra de vientos, pero alguien debe ser el culpable de que Víctor Fernández sea ahora una estrella del windsurf. «Empecé con cinco años y fue gracias a mi padre, que también es practicante de windsurf. Al principio era un juego con los hijos de amigos de mi padre que también practicaban windsurf. Cada vez me gustaba más y más. Fui haciendo campeonatos nacionales en edad junior y desde ahí llegué hasta donde estoy ahora», relataba.
Ha conseguido un buen número de premios, ha sido subcampeón del mundo y sólo tiene un objetivo, una meta. «Me falta el título mundial de la PWA. Ese es mi objetivo. He estado muy cerca dos años, pero quiero ganarlo. Por eso estoy entrenando mucho físicamente, además de estar en el agua muchas horas», recordaba.
Pese a todo, a su edad, el reto es realizable. «Creo que sí, porque el campeón mundial actual tiene 36 años y yo tengo 25. Creo que con mucho esfuerzo, navegando mucho y con la experiencia que tengo yo creo que lo puedo conseguir», auguraba.
Qué duda cabe que le gustaría ganar y hacerlo también en Almería, una tierra con opciones para ser sede. «Depende de las disciplinas que traigas, pero una prueba de olas, que dura una semana, puedes tener aquí a los 48 mejores del circuito mundial por unos 70.000 euros. Para ser una prueba mundial no es un gasto tan enorme», aseguraba.
Sensaciones
Víctor considera que el windsurf le permite conseguir cosas aparte de la competición. «Sí. Te da sensación de libertad. Conoces a mucha gente», decía, y sobre todo cumple sueños de cuando era un niño. «Lo mejor son los viajes que he hecho a sitios tan lejanos que de chico eran mi sueño, y ya lo he conseguido. Hawaii, Chile... De chico veía los vídeos y lo veía posible, pero muy lejano», consideraba. Lo cierto es que si con cinco años le dicen que en 20 años competiría con los mejores era más un sueño que otra cosa. «He estado compitiendo con ídolos míos como Robby Naish o Bjorn Dunkerbeck, que han sido muchas veces campeones mundiales. A Dunkerbeck le gané un campeonato de olas y esa es una sensación muy grande», explicaba.
De todas formas, es ley de vida. «Yo era muy joven cuando ellos ya eran muy buenos. Se han mantenido ahí por toda su experiencia. He estado a su nivel y me da mucha fuerza para seguir adelante».
No hay comentarios:
Publicar un comentario