domingo, 14 de marzo de 2010
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LA REGATA CULOPERRO
Más de uno de los que lean este artículo, sobre todo los windsurfistas más ‘enganchaos’, y los más experimentados, la conoceréis perfectamente.
E incluso muchos tendréis ya programado pasar por el maravilloso spot que es Almerimar para vivir en carne propia el ambiente de la prueba, bien como regatista, bien como acompañante, o como simple espectador (simple pero igual de importante y con el mismo grado de disfrute, eso seguro).
Pero ¿sabemos realmente qué es la culoperro?¿cómo ha llegado a gozar de la esencia que impregna cada una de las ediciones?.
Se trata de un evento histórico, organizado por un club que cumple nada más y nada menos que 25 años de vida, y que ha participado de los momentos más gloriosos, y también de los más flojos, de nuestro amado deporte (en cuanto a popularidad, porque en su esencia, el viento es el viento, las olas son las olas, y eso no cambia).
Por aquí han pasado campeones, importantes en lo individual, y también ediciones con más de 200 inscritos.
La primera edición data de 1987. Para hacerse una idea de lo que eso significa, hay que pensar en que en aquella época aparecieron las primeras Ten Cate Fun Fan.
Fue la “puesta de largo” de pequeñas competiciones, organizadas y participadas entre amigos, que fueron calentando el ambiente, hasta dar lugar a un estreno que no pudo ser mejor: 50 participantes en total, compitiendo en el clásico circuito en “8”, y con marcado carácter internacional, ya que a los almerienses inscritos se unieron muchos turistas que aprovecharon las facilidades de alojamiento que proporcionaba el Camping Mar Azul, nombre que quedará para siempre escrito con letras de oro en la memoria de quienes lo disfrutaron.
Al año siguiente, y aprovechando el tirón de la copa del mundo celebrada en Tarifa, la convocatoria se amplia geográficamente. Entre otros visitantes ilustres, se recuerda a Charlie (conocido por regentar el bar Pepepótamo, otro histórico), Fernando Hernández y Mario Robiles.
Muchos más dejaron un muy grato recuerdo al asistir a la prueba, pero es imposible mencionarlos a todos.
Tantos, que en 1989 el evento pasa de ser eso, una prueba, a toda una concentración nacional, con casi 300 windsurfistas.
No debió ser muy distinto de lo que hacemos ahora: todo el mundo mirando el material de los demás, y disfrutando a tope del ambiente que hace que ésto sea, además del mejor deporte del mundo, una verdadera filosofía de vida.
Eso sí, ¡si esos 300 pudieran ver ahora el material que manejamos y las cosas que hacemos!
Lejos de detenerse ahí, el nivel siguió subiendo, y en 1990 llega la inclusión en el circuito nacional PBA (Profesional Boardsailors Association, hoy absorbida por la PWA). Y a partir de 1994, además, se convierte en prueba única del campeonato de España.
Claro que no siempre se ha conseguido éxito total de convocatoria. Y claro que ha habido años en los que la prueba casi desaparece completamente.
Pero mala hierba nunca muere, como demuestran las últimas ediciones celebradas.
En 2007, la organización retoma fuerza, y en 2008 la mítica culoperro vuelve al circuito del Campeonato de España de la RFEV.
Es cierto que el ambiente ha cambiado mucho. No sólo en nuestro deporte, sino en la sociedad en general. Quienes participan en esto desde el principio cuentan que lo más llamativo era la cantidad de personas entre 15 y 18 años que acudía. Tantos, que era necesario programar una prueba aparte para ellos.
Hoy día somos más ‘raros’ si cabe los que preferimos estar en forma, y en contacto con la naturaleza. Los que creemos que la consola está bien, pero que se disfruta más después de llegar reventado tras un buen día de olas.
Sólo unos pocos pueden presumir de guardar en su retina imágenes de todo el camino recorrido.
Otros nos hemos ido incorporando en diferentes ediciones de la culoperro. Y algunos no lo saben, pero vendrán y acabarán igual de enamorados de la criatura como los que ya la conocemos.
Esperemos que sean muchos, y cuanto más jóvenes mejor.
Algún día hablarán de la culoperro, y nos verán con el mismo respeto que nos da a nosotros encontrarnos navegando a Jose Fernández, Luque, Francis Gonzálbes o Pepe Pleguezuelos, por ejemplo.
Porque a ésos no hay quien los retire, PERO ES QUE A NOSOTROS, TAMPOCO.
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