En las playas de Fuerteventura intenta olvidarse del drama que arrastra desde que concluyó el Tour
Contador lo pasó mal aprendiendo a mantener el equilibrio sobre una tabla de windsurf
No ha faltado ni la administrativa de Saxo Bank Team. Hasta 62 personas del nuevo equipo de Alberto Contador han acudido a la concentración de 15 días diseñada por el danés Bjarne Riis en Fuerteventura. Allí ha aplicado una terapia de integración de los nuevos fichajes mediante juegos y deportes como el windsurf y el kitesurf: “Estas experiencias positivas las recordarán y hablarán de ellas durante todo el año. Sólo por eso ya vale la pena”.
El peculiar y polémico mánager danés llevó hasta el ciclismo los juegos de guerrillas y resistencia física en sus concentraciones porque estaba convencido de que ello ayudaba a dotar de un barniz de compañerismo y amistad al equipo. Así, ‘pintó’ de camuflaje a Ivan Basso y de verde a Carlos Sastre en los juegos de paintball. Ahora Riis, con la edad parece haberse moderado por lo que ha elegido en la primera concentración una serie de deportes acuáticos con monitores especializados para ensamblar al equipo y hacer que los 11 nuevos que se han sumado a una plantilla de 25 corredores se adapten sin problemas al conjunto y se rompan. Los equilibrios, las caídas y los chapuzones tanto en windsurf como en kitesurf han sido una constante en un ambiente distendido. La terapia la han completado sesiones de baile en la playa: “Era importante hacer este trabajo de equipo porque luego nos servirá durante la temporada”.
Contador nunca había asistido a nada semejante en ONCE, ni tampoco en Discovery Channel y Astana. Por primera vez desde hace un par de años ha tenido la sensación de encontrarse en un equipo de verdad, sin tener la sensación de encontrarse en una burbuja con Noval, Navarro y Jesús Hernández, los corredores de confianza. Estos días le han servido para olvidarse de que su futuro está en manos del comité de competición de la Federación Española y de la UCI.
El peculiar y polémico mánager danés llevó hasta el ciclismo los juegos de guerrillas y resistencia física en sus concentraciones porque estaba convencido de que ello ayudaba a dotar de un barniz de compañerismo y amistad al equipo. Así, ‘pintó’ de camuflaje a Ivan Basso y de verde a Carlos Sastre en los juegos de paintball. Ahora Riis, con la edad parece haberse moderado por lo que ha elegido en la primera concentración una serie de deportes acuáticos con monitores especializados para ensamblar al equipo y hacer que los 11 nuevos que se han sumado a una plantilla de 25 corredores se adapten sin problemas al conjunto y se rompan. Los equilibrios, las caídas y los chapuzones tanto en windsurf como en kitesurf han sido una constante en un ambiente distendido. La terapia la han completado sesiones de baile en la playa: “Era importante hacer este trabajo de equipo porque luego nos servirá durante la temporada”.
Contador nunca había asistido a nada semejante en ONCE, ni tampoco en Discovery Channel y Astana. Por primera vez desde hace un par de años ha tenido la sensación de encontrarse en un equipo de verdad, sin tener la sensación de encontrarse en una burbuja con Noval, Navarro y Jesús Hernández, los corredores de confianza. Estos días le han servido para olvidarse de que su futuro está en manos del comité de competición de la Federación Española y de la UCI.
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